control horario laboral
El Gobierno de España se plantea la implantación de la jornada laboral de 4 días
La jornada laboral de 4 días, en sus diversas modalidades, ha sido objeto de varias noticias en los últimos meses. La principal de ellas es el anuncio de un plan piloto plasmado por el Gobierno de España para explorar la implantación de una semana laboral de 32 horas. Para este plan se han destinado 50 millones de euros, que se convertirán en ayudas efectivas para las empresas que se interesen por la incorporación voluntaria de este tipo de jornada laboral.
¿En qué consiste esta nueva jornada laboral de 4 días?
Lo primero que hay que aclarar es que algunas de las propuestas que se han realizado recientemente no suponen una jornada laboral de 4 días semanales propiamente dicha. La versión planteada en Bélgica simplemente supone una opción de flexibilización de la jornada, ya que lo que tiene previsto es que el trabajador pueda optar por distribuir las horas habituales de una jornada completa de 5 días semanales en 4, pero sin cambio en el número de horas trabajadas. Del mismo modo, lo previsto en el plan español y aceptado por el Ministerio de Industria, es que con una reducción del 10 % de la jornada laboral las empresas se puedan acoger a este plan. Esto implicaría que con una jornada semanal de 36 horas se consideraría suficiente para entrar en el proyecto. No sería, por tanto, necesario llegar a la jornada semanal de 32 horas en 4 días laborables que se proponen de forma estandarizada como semana laboral de 4 días.
La propuesta española concreta establece que ese máximo de 36 horas, para entrar en el plan, se puede distribuir en 4 jornadas de 9 horas diarias, que es el máximo de horas ordinarias laborales que se establece en el Estatuto de Los Trabajadores por cada jornada diaria. Igualmente, se podría optar por distribuir ese número de horas en 5 días, acortando la jornada laboral efectiva de esos días de un modo pactado por trabajador y empresa.
Por supuesto se podrá optar por la reducción de la jornada a las 32 horas semanales establecidas como referencia para este tipo de jornada laboral. De hecho, las posibilidades de acceder a las ayudas serán mayores y de cuantía superior si la reducción efectiva de la jornada se acerca más a esas 32 horas. De este modo se intenta incentivar que haya más empresas que se comprometan con la reducción completa que significa este tipo de jornada laboral, en lugar de optar por versiones con solamente el 10 % de reducción.
Ventajas de trabajar sólo 4 días a la semana
Este tipo de jornada laboral ha sido probado con resultados positivos en otros mercados laborales. Islandia lo planteó en un plan piloto, con similitudes con el español, entre 2015 y 2019, y los resultados fueron calificados como un gran éxito, que llevó al gobierno a favorecer el acortamiento de la jornada laboral de modo general en el país. La idea se trasladó a otros países e incluso, en junio de 2021, un mercado laboral tan rígido como el japonés vio cómo su gobierno presentaba recomendaciones en sus pautas anuales de política económica, para que las empresas permitan que sus empleados opten por semanas laborales de cuatro días.
Los estudios realizados en base a estas pruebas muestran que una semana laboral de cuatro días puede aumentar la productividad, ahorrar dinero para las empresas y reducir la huella de carbono de las empresas.
Mayor productividad
El primer beneficio de una semana laboral de cuatro días es el aumento de la productividad que experimentan la mayoría de las empresas cuando realizan pruebas piloto con semanas más cortas. Un estudio reciente sobre la productividad en el lugar de trabajo mostró que el trabajador promedio es productivo por poco más de cuatro horas durante una jornada laboral de ocho horas. La semana laboral de cuatro días ha demostrado mantener (y en algunos casos aumentar) los niveles de productividad en comparación con una semana laboral tradicional de cinco días.
Gastos comerciales reducidos
Las empresas que eligen adoptar una semana laboral de cuatro días pueden reducir los gastos comerciales. En un ejemplo, una semana laboral de cuatro días eliminó el 20 % de los gastos generales variables (pensemos en las luces que se deben mantener encendidas en la oficina). Además, la misma investigación sugirió que una empresa puede ahorrar en estacionamiento de empleados o costes de transporte público y, en general, un 20 % en gastos diarios en el lugar de trabajo.
Huella de carbono reducida
En una época en la que el cambio climático y las emisiones son lo más importante, una menor huella de carbono es un gran beneficio de la semana laboral de cuatro días. Un informe de 2021 reveló que una semana laboral de cuatro días podría reducir la huella de carbono en un 21,3 %. Son varios los análisis que han mostrado que las semanas laborales de cuatro días podrían ayudarnos a reducir nuestra huella de carbono en porcentajes que varían entre un 15 % y un 20 % y las emisiones de dióxido de carbono en términos similares.
Conciliación familiar
La semana laboral de 4 días facilita la conciliación familiar, lo que redunda en un menor estrés laboral y un grado mayor de compromiso y motivación por parte de los empleados. También se considera un buen aliciente para la atracción y retención de talento en las empresas.
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